Soy un pequeño trozo de galleta de elefante hecho en china, sin su pata derecha,sin su almohada favorita adicta a los puentes fotografiados con polaroid. Soy un cumulo de sueños con harina, migas, y polvos de hornear,en sabanas, manteles, servilletas porosas, manos frías, baños con jeroglíficos en mayúscula. Te has comido mi pata derecha,te las engullido,ojala no te vayas a ahogar entre tantos pasos a la mitad,tantos saltos a charcos de saliva con arena,tu la hormiguita de galleta, con puntitos de chocolate y alma con suavizante. Aseguras dejar completamente clara la distancia y los espejos de hielo!! Empapándome de espinas flotantes es difícil no aprender de ti,con tus particulares gemidos y remolinos atómicos,transmisores nucleares, dispuestos a materializar a los fantasmas de las galletas con hongos,los que se fugaron entre murmullos musicales, dispuestos a arrullar a la estatua que tanto admiras. La que sufre cambios de temperatura, cuando la lluvia la rosa y se cree llorando. Creo que cortas lo suficiente, solo que aun no te das cuenta. Con este pedazo de cuerpo roto y sicosis,dejame contarte un poco, a que sabía,que volumen era necesario, para que un elefante dejara de consumir tu voz,me creía de mayor tamaño así que exigía,indiferente pedía pedazos enteros y crudos donde zambullir mi cuerpo insatisfecho con la densidad de las nubes de las que me alimentaba,formar maravillosas arquitecturas geométricas, esponjosas, perfectos pliegues y líneas curvas,me dejaba incompleto y dejándome ascender en la gula por el desgarro,observaba como las gotitas de harina mojada de mi pata se iban fundiendo con tu capacidad de comprender que estaba solo y buscaba compañía. Peregrinos a colores, para mi laberinto mental. Usabas cera en tus ojos,sacabas de tu lavadora ,tu pijama anti balas,tu color de labios, color laser nuclear pulverisante,protegiéndonos, de domesticarnos sorbiéndonos la inmadurez. El horno solar aun no nos lanzaba a la búsqueda de otro,y ya queríamos hacernos un mismo silencio.
Pero te diste cuenta antes,y me arrancaste una patita,para que aprendiera a caminar, sin tus muletas,sin seguir siendo tibio acurrucándome en tu seguridad de tierra,a entregarme a mi propia receta,inventarme un tercer ojo,un par de nuevas yemas o un movimiento de jazz agrietando las pieles endurecidas,sintiéndome necesario para mi propia cadena alimenticia. Querías construirme a base de terremotos, a sembrarme flores en la columna cuando seguía desértica, a falta de noches, muchas noches, maldiciendo la textura de la historia que me contaba. Quiero comerme el borde dentado de tu credulidad, en los arboles sonámbulos. Pregúntale a las estrellas si es que acaso no me atrevo,a desgarrar sin desmesura la línea prometida de donde beben los que se vuelven a la noche y le derramansus miedos entre las piernas,entre las sombras de sus voces pasadas.
Pero te diste cuenta antes,y me arrancaste una patita,para que aprendiera a caminar, sin tus muletas,sin seguir siendo tibio acurrucándome en tu seguridad de tierra,a entregarme a mi propia receta,inventarme un tercer ojo,un par de nuevas yemas o un movimiento de jazz agrietando las pieles endurecidas,sintiéndome necesario para mi propia cadena alimenticia. Querías construirme a base de terremotos, a sembrarme flores en la columna cuando seguía desértica, a falta de noches, muchas noches, maldiciendo la textura de la historia que me contaba. Quiero comerme el borde dentado de tu credulidad, en los arboles sonámbulos. Pregúntale a las estrellas si es que acaso no me atrevo,a desgarrar sin desmesura la línea prometida de donde beben los que se vuelven a la noche y le derramansus miedos entre las piernas,entre las sombras de sus voces pasadas.
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