jueves, 8 de octubre de 2009

Halo en el polo sur




Tenía visión aguda, vivía en la copa de los árboles,sus cabellos comenzaban a echar raíces sobre la almohada. Compartía su existencia con las mariposas que incubaba bajo su lengua. Era una criatura que se alimentaba de fresas y de vez en cuando de sus lágrimas lácteas. Tomando nota de sus sueños, escribía partituras como calendario, las estaciones, contaba los días, alguna presa?


[Desde lejos...............cuando nada se sostiene

Yo.......................................................................................desde la altura

observándote..

a

ti


cuando

no puedo percibir


cuando no conozco nuestros eclipses


NI PENETRO MIS FIBRAS CON TELESCOPIOS


: es cuando en mis parpados, en unos 4 segundos

resucita mi apetitoooooooooo por los sentimientos y sus grietas


su apariencia áspera como resorte en mi columna. Desde pequeño, he esperado lo imposible, con un corazón, la tercera parte del tamaño del corazón humano]


Se cree quiso, cazar a una mortal. Que le contase un secreto, un beso de buenas noches. No muerdas más de lo que puedes. Besos. Suturas. Besos. La danza de la muerte, de un depredador asustado.


Y pensar que nosotros le hemos creado, inspeccionaba con nuestros ojos, tan sólo vimos un destello cromático,confundimos su aliento y le obligamos a ser consciente: como esclavo. A cargar con nuestros mundos de origami, con su morfología desierta e inmune, sobre sus hombros. Ya no es semejante a nosotros, ha crecido. Abandonó a su presa, con los dientes como tijeras desgarró su sombra, se empapo, con mucha luz, quería demostrarse, también podía amar. Y rozó la piel, de otro animal blanco. Se hacía de noche, intento recordar que fue lo que pasó, se tumbaron en el pasto, incineraron sus cuerpos. El tacto, la sed. Aunque fuese sólo un momento, ella le dijo: hoy quiero llorar contigo-no respondas nada.

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