jueves, 4 de marzo de 2010

Playas desiertas


Antes tenía la impresión de que tu silencio, de que tu cuerpo helado, simplemente se sentía amenazado por la penumbra, y presionándose los parpados, me ignoraba para no hacerme daño. Yo te pedía un poco de empatía, ya sabes, de si me he quedado escribiendo con los pies descalzos en la nieve, para cantarte un cuento, en voz baja, lo menos que esperaba, era que no me dieses la espalda. Supongo que eso para ti, sería agotador, como un alfiler en lo profundo de tu ropa cómoda y natural, escribiendo hasta fundirse en tu piel con una sonrisa de hada genocida. Y continua siendo peligroso jugar al escondite, pues mis zapatos se incrustan en el suelo, esperando el sol, y temo resbalarme. Tu sólo vibras aspera, al recordarme como una desconocida, y no existo, y es demasiado tarde, sales de tu pozo de azúcar y es ahi cuando te despierto nuevamente algun tipo de interes, hay luna llena, y ya no soy capaz de imaginarte, porque no estas, en ninguna parte, porque eres como un espasmo, que me ataca, que me ata a las manecillas de hielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores