viernes, 1 de enero de 2010

Melatonina





Últimamente sufro de insomnio, la misma cama, la misma sabana con dibujitos cubriéndome como un suave muro, de la luna, y no logro conciliar el sueño, dos veces las mismas pastillas espinosas sabor a eucalipto para estrechar a la noche en mi pecho, pero sigo con los ojos abiertos, y la indiferencia de las estrellas. Llamo en mi ayuda, a un recetario saturado de formulas para la inmensidad del soñar migratorio. Y me veo, observando el techo, sus proporciones geométricas, atemorizada de que llegue el amanecer. Así que comienzo, la soledad y su sangre de lava contando recuerdos, yo preferiría a las ovejas y sus caminos, ponerlas a saltar, a saltar, en el umbral de mi consciencia. Pero el arrecife de los recuerdos deslizándose suavemente en mis anhelos, me conduce retumbando adentro de mi corazón, al pensar que esa extraña ciudad y tu, no fueron una prudente casualidad, causa y efecto? Garantizado. La estrategia consistió en agregarle a esos recuerdos una que otra fantasía, sin saberlo me vi durmiendo, que bonita te veías en ese carrusel.

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